La ciudad de Allen nació en 1910, desde ese momento ya se encontraba emplazada sobre la calle principal la estación de servicio YPF. Aún cuando el asfaltó todavía no se encontraba y las casas eran escasas y precarias, la vida de esta localidad que nacía giraba en torno a esta petrolera y al ferrocarril.
La localidad fue avanzando con ligereza y pronto se pudieron ver las mejoras que la convirtieron en el lugar que es hoy y junto con ella también lo hizo la estación de servicio. Sin saber que actualmente, donde se encuentra ubicada la YPF, allí se concentraría el centro de Allen.
YPF quedó asentada dentro de la ciudad, sin premeditación, con todos los peligros que ello implica. Aunque los ciudadanos esperan que nunca suceda una catástrofe siempre está presente entre ellos el miedo por una explosión en la estación.
“Si explota la YPF volamos todas, desaparece Allen” son las declaraciones de una vecina cuya vivienda se ubica frente a la estación. Mirian Prospitti junto a toda su familia habitan en la cuadra ubicada delante de la petrolera y cuenta que ello se debe a que, como su padre fue el primer camionero en trasladar combustible por el Alto Valle, el lugar de trabajo le queda cercano pero jamás pensó que ello significaría una amenaza para su vida.
Los cuarteles de bomberos, ante una catástrofe que puede provocar este “gigante”, no se encuentran equipados por lo que necesitarían la colaboración de unidades limítrofes pero, además, tampoco se tiene conocimiento de cómo actuar ante hechos que pueden suceder en YPF. Esto quedó demostrado, hace un tiempo, cuando sobre el Acceso Martín Fierro con intersección en calle Facundo Quiroga volcó un camión repleto de combustible y la falta de conocimiento y equipamiento hicieron que se cometieran varias faltas ante el peligro que ello acarreaba.
Los ciudadanos al ver esta falta de conocimiento en el tema, sintieron temor y desprotección ante un hecho de tan gran magnitud. Por ello los vecinos coinciden en la frase: “Si explota la estación de servicio no sabemos que hacer”.
Redacción: Victoria Ponce
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