Dentro de su vida como artesano suscitan cosas interesantes. Una de ellas guarda relación son su filosofía de vida anarquista, razón por la cual actualmente realiza ese tipo de trabajo.
Hace aproximadamente 7 años que se dedica a las artesanías y vive de ellas. Esta vocación surge en el momento más significativo de la vida de cualquier adolescente: el paso del secundario a la universidad, momento en el que cada uno fija el destino que tomará su vida. Es precisamente allí donde Fernando decide finalizar su etapa estudiantil, luego de haber terminado el secundario, y dedicarse a este trabajo en particular. El motivo reside en la independencia que posibilita esta tarea, “a mi no me gusta tener jefes ni que me manden” expresó, causa por la cual eligió la forma de vida que actualmente lleva.
Lejos del imaginario colectivo de lo que entraña una vida de artesano, Fernando tuvo una vida dentro de los parámetros normales: fue criado en el seno de una familia tipo, realizó sus estudios en su localidad natal y en el presente lleva una vida de tipo estándar: alquila un monoambiente, cumple con el pago de todos los impuestos, almuerza, cena y duerme. Dentro de ello también lleva una vida pulcra y honrada.
Con sus manualidades recorrió varias ferias del país pero al momento de conocer la capital neuquina, quedó impactado por su belleza y decidió asentarse definitivamente aquí. Desde hace 1 año que vive en Neuquén y no está dentro de sus planes a largo plazo irse de aquí.Sus trabajos son todos realizados en masilla epoxi y desde hace algunos meses, en conjunto con una compañera del rubro, realizan trabajos de manera ligada entre el material que él trabaja y macramé que realiza su compañera de puesto.
Con visiones a futuro de seguir recorriendo el país, Fernando aclara que no por ello desea dejar Neuquén porque aquí encontró todo lo que el considera que necesita para llevar la vida que planifica.
Redacción Victoria Ponce
Foto: FM La R 96.9
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