Así lo afirmó Demetrio Taranda sociólogo y docente de la Universidad Nacional del Comahue sobre el ser nacional en el contexto de los festejos por el mundial de fútbol.
Los mundiales despiertan expresiones de nacionalismo individuales y masivas, y eso se demuestra cada vez que nuestra selección gana un partido, ni hablar si se sale campeón del torneo.
Situados en el punto de saber que hay más allá de esta celebración subraya que “los festejos son una señal de la reafirmación y recuperación de la identidad”
Estas demostración de la gente en las calles desde esta mirada sociológica se manifiesta de dos maneras, por una lado la espontaneidad de la población y por otro lado desde una política del estado por querer recuperar la identidad que” puede ser fugaz”, indicó.
No descarta que también en la gente hay una descarga de tensiones diarias “cuando se sienten explotadas y se desahogan con estos festejos” señaló.
El especialista neuquino ahonda en que “es una búsqueda desesperada por saber quiénes somos” y que esta instancia “no se repite todos los días”.
“En la argentina no hay un goce del trabajo colectivo” y pone como ejemplo las sociedades antiguas que celebraban la llegada de una nueva estación o la finalización de una cosecha. Lo que explica Taranda es que en la Argentina “no hay algo que nos identifique a todos”.
En un panorama general se refiere a esas cuestiones perdidas en el marco de lo identificatorio, “hay una precariedad de las cosas, el sistema de salud, antes la música popular era el tango hoy está en decadencia, hoy surgió la cumbia villera un elemento precarizado y quien está un poco salido de esto no quiere identificarse con ella”.
Por último Taranda agrega que las fiestas sirven “para aumentar el vínculo comunitario”.
Lo cierto es que mientras el equipo siga en el mundial hasta su culminación el 11 de julio los argentinos seguirán encontrándose aunque sea una vez cada 4 años.
Redacción y fotos Víctor Vallejos
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