miércoles, 16 de noviembre de 2011

La fiesta del futbol

Independiente, de la mano de su figura Mauricio Villa, venció por 3 a 0 a Pacifico. No se registraron incidentes en el cásico neuquino.





En tiempos donde se habla de violencia, dentro y fuera de las canchas, la liga de futbol de Neuquén no es ajena a esta realidad y una vez más se encontraba ante el desafío de que dos de sus históricos clubes organizaran un duelo muy importante.

El domingo 30 de octubre era el día programado para que se llevara a cabo un partido con mucha historia en la capital neuquina: el clásico entre Pacífico e Independiente de Neuquén.

En la semana previa, a trascendió la noticia de que el público del rojo, que sería visitante, no podría asistir a la cancha, ya que solo estaría habilitada para recibir al público decano, que sería local.

Esto generó, como era de esperar, el descontento de los hinchas, quienes a través de la red social Facebook anunciaron que concurrirían de todas maneras con la finalidad de hacer sentir su aliento, por lo menos desde fuera del estadio. Así se pudieron mensajes como “a qué hora juega el 'rojo' vamos a copar pacífico desde afuera” u otros como "el domingo todos a alentar desde afuera ¡Que vean lo que es el rojo!”.

Esta situación puso en alerta a los dirigentes de ambos clubes quienes luego de conversaciones, y mediante pedido de los jugadores al público albirrojo, resolvieron que pudieran concurrir ambas parcialidades.

El desafío organizativo estaba planteado.

El anfitrión, Pacífico, dispuso todas las medidas de seguridad en su estadio, ubicado en la intersección de las calles Mitre y Agote, para que el partido se dispute total con normalidad.
Llegó el domingo, día de la contienda, el horario: a las 16, el clima acompañaba con un radiante sol en todo su esplendor, una temperatura más que agradable, condimentos agregados, a las ganas de que todo se desarrollara con tranquilidad.

La parcialidad de Pacífico llegó temprano al estadio mientras se desarrollaban los partidos preliminares, ubicándose detrás de uno de los arcos. Mientras que la hinchada del rojo lo hizo sobre la hora del comienzo del partido.

Mucho color, cantos y aliento, un partido entretenido, propio de un clásico futbolístico. Dentro de la cancha dos equipos con necesidades y urgencias diferentes. Pacífico llegaba con la necesidad de ganar el clásico para poder salir a flote en el torneo local; Independiente con la intención de dar un paso más, clave para poder ser campeón del Clausura 2011, pero principalmente para continuar consolidándose como equipo de cara al próximo torneo Argentino “C”, del cual participará en el próximo mes de enero.

Finalmente fue victoria para Independiente por 3 a 0. Los goles fueron marcados por Mauricio Villa, en dos oportunidades, y Emanuel Stefanelli, quien marcó el tercer tanto para el equipo dirigido por Omar Dehais. El 'rojo' manejó durante los noventa minutos los hilos del partido, construyendo de esta manera una merecida victoria.

El operativo de seguridad contó con 8 efectivos policiales dentro de la cancha mientras que en las afueras de la misma estuvo apostada la U.E.S.P.O. De más está agregar que no fue necesario que intervinieran.

Pasó el clásico neuquino y como conclusión quedó claramente demostrado que a pesar de toda circunstancia, cuando dirigentes concuerdan, jugadores e hinchas se comportan, las cosas pueden hacerse bien y todos podemos disfrutar de la fiesta del futbol.





Mauricio Marquez
tecmmarquez@gmail.com

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